Nuetra historia
Nuestra Institución Educativa tiene una historia muy particular. Nace en el seno de una familia preocupada por la creciente población infantil en una zona de Loma Pyta, siendo la Señora Ernestina Borja la impulsora principal para emprender este proyecto familiar, recibiendo el apoyo de toda la familia e iniciando así un arduo trabajo, dejando cimientos firmes para su crecimiento.
En 1994 sobre la calle conocida como Tte. Monges, una pequeña construcción con muralla alta, portón blanco y con una enorme carita feliz, abre sus puertas el Centro Educativo Infantil “Luz y Alegría”.
Detrás de ese portón, el bullicio y las risas de varios niños transmiten esa luz y alegría a la comunidad, eran niños del jardín y pre escolar, que iniciaban así un proyecto que se hacía realidad, y cumpliendo un sueño altamente anhelado.
Maestra ejemplar, con una vocación de servicio único y con amor infinito hacia los niños, la profesora Benita Aveiro asume la dirección contando con la colaboración de los primeros docentes de la institución: Yolanda Cortaza, Liliana Méndez y Carmen Aveiro (la tía Carmiña).
Con un grupo no mayor de 25 alumnos y dos grados en ambos turnos daba sus primeros pasos esta institución. Con pasos firmes y seguros este pequeño proyecto fue creciendo año tras año, llegando en la actualidad a contar con el tercer ciclo y con miras alcanzar el Nivel Medio.
Su compromiso con la comunidad, formando a personas íntegras, con valores y conocimientos se ha fortalecido cada día, con el apoyo de un grupo humano capaz, unido y de calidad, que lo componen su plantel docente y administrativo.
Uno de los grandes desafíos que enfrenta el sistema educativo de nuestro país es la creación de escuelas inclusivas y Luz y Alegría apoya y enfrenta ese desafío. La inclusión implica sobre todo ser flexible y abierta: la inclusión es un proceso continuo, complejo, dinámico. Finalmente, lo normal en el aula es la diversidad; alumnos más o menos inquietos, con diferentes destrezas, inmigrantes, personas con capacidades distintas.
La finalidad es que todos los alumnos puedan desarrollarse conforme a sus capacidades, con apoyo humano y educativo permanente, privilegiando el trato afectivo por parte de autoridades y educadores, para que cada alumno se sienta parte de la comunidad y desee permanecer en ella.
El trabajo de Luz y Alegría no finaliza con entregar todos los conocimientos exigidos en la malla curricular, sino que continúa y permanece mediante el constante apoyo, seguimiento y dirección a cada alumno, propendiendo a su felicidad.
Los padres de nuestros alumnos son considerados un pilar fundamental en el desarrollo, por lo cual confiamos que estén presentes durante todo el proceso educativo, apoyando la labor de nuestros docentes.
Creemos firmemente que, si un alumno de Luz y Alegría aprovecha todas las instancias y oportunidades que les brindamos, en conjunto con el apoyo de sus padres y toda la comunidad educativa, no sólo obtendrá una educación de calidad que le permitirá el día de mañana incorporarse a la vida laboral activa y profesional, sino que poseerá valores y cualidades que lo destacarán como persona ÍNTEGRA, al interior de la sociedad.